Números fieles acompañaron este miércoles 16 de abril, a Monseñor Juan Ignacio González y al clero diocesano y religioso, en la celebración de la Santa Misa Crismal, durante la cual los presbíteros renovaron sus promesas sacerdotales, realizadas el día de su ordenación.
En su homilía el Obispo de San Bernardo destacó que “Entramos de lleno a la Semana Santa y lo primero que hacemos es volver a renovar todos, pero especialmente este día, los Sacerdotes y Diáconos, nuestro compromiso de servir a Dios siempre”.
Además, señaló a los sacerdotes que “Hoy es el tiempo que volvemos a decir, somos humildes servidores, somos el mismo cristo desde nuestra debilidad. Somos servidores de un pueblo que necesita a estos hombres para que le lleven la gracia y le permitan vivir en el medio del mundo en comunión con Dios. Por eso este día ante Dios reafirmamos nuestra entrega”
También los instó a “hacerse de nuevo servidores como el Maestro, yo estoy en medio de ustedes como el que sirve… Y lo hacemos en el Año Santo, cada 25 años la Madre Iglesia detiene su caminar para mostrarnos la Misericordia de Dios. El Año Santo de Esperanza para un mundo desesperanzado porque ha abandonado al Señor, porque muchos le han dejado. Un Año Santo que nos ha convocado el Papa Francisco que nos da ejemplos de humildad en la enfermedad en estos días que corren y que nos llama a purificarnos. Año Santo de Misericordia y Purificación”.
Luego del evangelio y la homilía se procedió a la renovación de las promesas sacerdotales. El Prelado de San Bernardo se dirigió a los presbíteros, quienes afirmaron en voz alta su fidelidad al sacerdocio.
Acto seguido, Monseñor Juan Ignacio consagró el Santo Crisma y bendijo los santos óleos de los catecúmenos y de los enfermos, que se usarán durante el año en los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Unción de los Enfermos, los cuales entregó a cada Vicario zonal de la diócesis.
Al finalizar la solemne Eucaristía, el Sr. Obispo bendijo las cruces que estarán presente en los 8 templos jubilares de la Diócesis de San Bernardo durante este Año Santo, como signo de Esperanza y Comunión.