“Este año pastoral estará marcado por el Año Santo, momento de gracia y conversión que la Iglesia pone a nuestra disposición”

Destaca Monseñor Juan Ignacio González en su Carta Pastoral 2025, al iniciar  los trabajos pastorales de este Año Santo, invitando a la Iglesia que peregrina en San Bernardo a unirse en oración por la salud del Papa Francisco, en este tiempo de esperanza y confianza en Dios.

En su misiva enviada a los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y fieles de la Diócesis de San Bernardo señala que “Chile mismo vive momentos tensos, con serias dificultades económicas y de seguridad y con una manifiesta incapacidad de resolver adecuadamente los temas sociales que afectan a la población”.

Enfatiza que “Desde hace unos años las orientaciones esenciales del trabajo pastoral de nuestra diócesis están dirigidas a tres grandes objetivos, que mantienen su plena vigencia; La centralidad de Jesucristo en nuestra vida personal y comunitaria; La vida de oración personal y comunitaria, mediante la oración mental, la lectio divina y el uso de nuestro manual diocesano de oraciones “Orar con Jesús”, que hay que seguir difundiendo, y La atención espiritual y material a los más pobres y carenciados de nuestra sociedad, que, como sabemos, son los escogidos del Señor y cuando los servimos a ellos, lo hacemos con el mismo Jesús”.

Asimismo, Monseñor Juan Ignacio destaca que la celebración del Año Santo de la Esperanza en la diócesis,  “Cada parroquia o conjunto de parroquias, deben organizar en forma constante, las peregrinaciones jubilares a los templos designados y los sacerdotes, disponer del tiempo necesario para el sacramento de la confesión”.

Para ganar las indulgencias plenarias se requiere: 1) Realizar la obra enriquecida con la indulgencia. 2) Confesión sacramental 3) comunión eucarística y, 4) rezar por las intenciones del Papa (Padrenuestro, Avemaría u otras oraciones).

La forma concreta de ganar las indulgencias en nuestra diócesis será peregrinar es decir caminar individualmente o en grupos, con afán penitente y orando – hacia un templo jubilar, participando devotamente en la Santa Misa; en la celebración de la Palabra de Dios; en la Liturgia de las Horas; en el Vía Crucis; en el Rosario mariano o una celebración penitencial, que concluya con la confesión individual de los penitentes, como está establecido en el rito de la Penitencia.

Son templos jubilares en nuestra diócesis: San Bernardo: Iglesia Catedral; Pirque: Iglesia parroquial Santísimo Sacramento; Paine: Iglesia parroquial Santa María Virgen; Buin: Iglesia parroquial Santos Ángeles Custodios y el Santuario Purísima de Maipo; La Pintana: Santuario Sagrado Corazón; El Bosque: Iglesia parroquial Nuestra Señora del Carmen; Calera de Tango: Iglesia parroquial San Agustín.

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