“Yo seré tu fortaleza, nada temas”

Las palabras del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María, son el lema de la Carta enviada por Monseñor Juan Ignacio González a los fieles, familias, jóvenes y comunidades,  para conmemorar en la Diócesis de San Bernardo este mes dedicado a Él.

Carta al inicio del Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Lema: “Yo seré tu fortaleza, nada temas”

Durante este mes celebraremos una vez más al Sagrado Corazón de Jesús, cuya devoción tanto arraigo tiene en nuestra diócesis. Siempre es necesario recurrir a su intercesión, pero quizá ahora, más que nunca, nuestra devoción y cercanía a su Divina persona es necesaria, especialmente frente a los diversos peligros que nos acechan. El 16 de junio de 1675, Jesús se le apareció a Santa Margarita Ma-ría y le mostró su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre. Y le escuchó decir: “he aquí el Co-razón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio”.

En el tiempo que vivimos esas expresiones del Señor deben hacernos meditar y desagraviar. Quizá no haya otra época de la historia en que tanta ingratitud y lejanía se haya tenido a Nuestro Señor, a su dulce cercanía a los hombres y a las enseñanzas que nos dejó en los Evangelios. Muchos viven apartados de Dios, muchos nada han oído hablar de su amor misericordioso. Esta realidad, en vez de llevarnos a la tristeza o desaliento, debe movernos a reavivar la esperanza, a trabajar con mayor dedicación en la extensión del Reino de Dios entre los hombres; un trabajo silencioso, humilde, constante, de servidores fieles, pero inútiles, porque es Él el único que hace todo en todos.

Recordemos sus divinas promesas: 1. A las almas consagradas a mi Co-razón, les daré las gracias necesarias para su estado. 2. Daré la paz a las familias. 3. Las consolaré en todas sus aflicciones. 4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte. 5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas. 6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia. 7.Las almas tibias se harán fervorosas. 8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección. 9. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada. 10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos. 11. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él. 12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.

Frente a tantos regalos que nos da el Sagrado Corazón a cada uno y al mundo entero, pido a todos, que nos esforcemos por vivir y difundir en este mes con particular empeño su devoción.

Con mi afectuosa bendición.

+Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo