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Circular sobre medidas para evitar transmisión del virus y oraciones para que Dios nos libre del contagio

Un llamado a la oración y al autocuidado, realiza Monseñor Juan Ignacio González en un mensaje enviado a los sacerdotes, comunidades parroquiales, fieles y familias de la Diócesis de San Bernardo, frente al contagio del Covid-19 que afecta a gran parte del país.

Considerando las nuevas indicaciones dadas por las autoridades del país, cuyo fin es evitarla posible expansión del contagio por Coronavirus y, particularmente, que ya han aparecido casos en que no es posible descubrir su origen o trazabilidad, y con el fin de precaver, hasta donde sea posible,que afecte a otras personas y habiendo también consultado la opinión de personas conocedoras del tema sanitario, quisiera señalar a nuestras comunidades algunas ideas para el momento presente. Cada sacerdote o dirigente de la comunidad debe tener la prudencia para saber hasta donde aplicar medidas, que en algunos casos, pueden provocar mayor ansiedad o nerviosismo, especialmente en las personas mayores.

1. Como es lógico, la Iglesia y los fieles, acataremos todas las disposiciones que están entregando las autoridades y procuraremos difundirlas entre nuestras comunidades y vivirlas con total exactitud.

2. No se deben organizar eventos pastorales masivos, considerando para estos efectos, que son los que reúnan a 50 personas o más. Debemos estar atentos a las indicaciones que entreguen las autoridades en este ámbito. Por ello, iremos actualizando la información periódicamente.

3. La celebración de las misas u otros momentos de reunión ya organizadas, que tienen por finalidad dar inicio a las diversas actividades pastorales, deben ser evaluadas por los responsables y sus equipos y adoptar las medidas necesarias. Se puede, en ciertos casos, restringir el número de representantes de las comunidades, colegios, etc. y ocupar sistemas de transmisión como el Facebook, whatsaap, u otros, de manera que muchas personas participen a distancia.

4. Según la realidad de las diversas comunidades, el sacerdote, si lo estima conveniente, puede restringir el uso del rito de la paz.

5. Los fieles que lo estimen del caso, pueden comulgar en la mano, según las normas de la Iglesia . En ningún caso se puede imponer solamente esta forma de recibir la Sagrada Eucaristía .

6. Hay que poner especial atención en las personas menores de edad, en particular los niños y en las personas de la tercera edad, en particular de edad avanzada, para que no se expongan a lugares de contagio. En su caso, infectarse con el virus puede ser muy grave.

Dios es Padre providente y cercano, nunca abandona a sus hijos y todo lo que el quiere o permite tiene siempre en vista nuestro bien. Descubramos en estos momentos su presencia amorosa, oremos personal y comunitariamente para que libre al mundo y a Chile de esta epidemia y pidámoslo especialmente en la Adoración al Santísimo Sacramento. Quienes lo estimen conveniente pueden promover jornadas de oración para pedir el auxilio divino.

Propongo a todas las comunidades orar insistentemente- después de la Santa Misa o de otros actos litúrgicos o comunitarios o cada uno por su cuenta – la siguiente oración:

Te rogamos, Señor Jesús, que oigas con clemencia nuestras oraciones
para que los que estamos justamente afligidos por nuestros pecados
y padecemos los peligros de esta epidemia que azota al mundo
y ha llegado a nuestra Patria
nos veamos misericordiosamente libres de ella, por la gloria de tu nombre
y para que expulsada lejos de nosotros por tu poder
a nadie dañe y se aparte definitivamente.
Por Cristo Señor Nuestro.
Amén

+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo.
Administrador Apostólico de Rancagua

Notas:
1º La entrega de la Sagrada Comunión en la mano, conforme a la normas litúrgicas, es básicamente para precaverse que las manos del sacerdote o del ministro extraordinario de la comunión, no entren en contacto directo con la cavidad oral de quien la recibe; al hacerlo y si el comulgante fuese portador del COVID – 19, en las micro partículas de saliva,queda con una altísima posibilidad, con las manos contaminadas y de paso puede contamina el resto de las formas consagradas y por tanto puede eventualmente trasmitir el virus a otros fieles comulgantes que la reciban, indistintamente, en la mano o en la boca.

Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, 25 de marzo de 2004 Instrucción. Inmensa caritatis. 94“Aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca, si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el Sacramento, en los lugares donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia. Sin embargo, póngase especial cuidado en que el comulgante consuma inmediatamente la hostia, delante del ministro, y ninguno se aleje teniendo en la mano las especies eucarísticas. Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano.