Anexo a circular sobre medidas para evitar la propagación del virus

Considerando las últimas indicaciones dadas por la autoridad, se agregan a las medidas ya comunicadas las siguientes. Debe tenerse en consideración que la agresividad del virus hace que diariamente se produzca un aumento muy rápido del mismo. Las presentes recomendaciones rigen por 15 días, es decir hasta el lunes 30 de marzo, sin perjuicio de que deban extenderse.

1. Todos los fieles que estimen que puede verse afectada su salud por contagio en razón de asistir a la Eucaristía dominical,quedan dispensados del precepto dominical mientras dure la actual situación de crisis. De tal manera que para ellos no hay obligación de asistir a la Misa.

2. Se solicita encarecidamente a los fieles seguir la misa por radio, televisión y/o internet (www.canalisb.cl Misa de 12.00 am. y otras posibilidades como Radio María, radio franja.cl 106.1) También invitamos a hacer la comunión espiritual, como medio de santificación y de unidad eclesial y a leer y meditar el Evangelio diario disponible en la web. Pedimos a todos orar con la oración propuesta para pedir que el Señor nos libre de este mal. Se recomienda el rezo del Santo Rosario como el arma mas poderosa para pedir el favor de Dios por medio de su Madre del cielo.

3. Desde hoy, lunes 16 de marzo de 2020, se pide a los sacerdotes que la eucaristía diaria –incluida la dominical- se celebre en grupos reducidos, no superiores a diez personas. Si el sacerdote lo considera prudente, podrá decidir realizar la celebración de forma privada. Según la evolución de la crisis, estas medidas podrían modificarse, llegando incluso a la suspensión temporal de la celebración pública de la misa.

4. En cuanto a matrimonios ya programados, y que no se puedan posponer, pedimos que se realicen en grupos pequeños y siguiendo las directrices de las autoridades sanitarias. Los que no estén programados, solicitamos que se reagenden hasta superar la crisis o se realicen sin invitados a la celebración y sin la celebración de la fiesta acostumbrada.

5. En relación a los velorios, invitamos a los sacerdotes a seguir prestando este servicio con acogida y disposición. También pedimos que los responsos se celebren de una manera simplificada y en grupos pequeños, de común acuerdo con las familias, proponiéndoles hacer la misa de funeral cuando la situación se normalice.

6. Para todos los demás sacramentos, se pide a los ministros aplicar la prudencia pastoral, siempre en contacto con los fieles y proponiendo, cuando sea posible, celebrarlos más adelante. Para la comunión de los enfermos en sus casas, el Ministro debe tener certeza de no ser portador del virus. Si no es fácil adquirir esa certeza se no se debe llevar la Sagrada Comunión a los enfermos, avisándoles telefónicamente o por otro medio.

7. Se deben suspender temporalmente las catequesis presenciales, como también charlas, encuentros formativos, conciertos, conferencias o eventos de carácter similar, en templos y dependencias diocesanas.

8. Se invita a tener abiertos los templos para que todos los fieles que lo deseen puedan orar personalmente, y para que se atienda a las personas que por razones de fuerza mayor lo requieran. Permitir la oración de los fieles es una de las medidas mas eficaces para que el Señor nos conceda librarnos de este mal. Las Capillas públicas de Adoración, ya perpetuas o diurnas, podrán funcionar con una o dos persona solamente. Si se estima prudente se pueden cerrar. Se debe retirar, mientras dure la emergencia sanitaria, el agua bendita de las pilas.

9. Se pide a los sacerdotes estar especialmente disponibles para atender a los enfermos, haciéndolo con prudencia, evitando así ser agentes de contagio. En caso que se trate de enfermos contagiados, se les dará la absolución sacramental, según las disposiciones habituales.

10. Respecto de las celebraciones de Semana Santa, oportunamente se comunicaran las indicaciones que sean del caso.

Continuemos orando a Dios, por intercesión de la Virgen del Carmen, Reina y Patrona de Chile, para que el Señor nos libres de los males presentes.

+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo
Administrador Apostólico de Rancagua

San Bernardo, Rancagua, 16 de marzo 2020