Saludos y agradecimientos a los Catequistas en su día.

SALUDO A LOS CATEQUISTAS EN SU DIA.

Domingo, 2 de Junio de 2019, Solemnidad de la Ascensión del Señor

Queridos hermana y hermanos catequistas

En este día en que la Iglesia celebra y recuerda el esencial trabajo de quienes dedican su servicio a la Iglesia en la Catequesis, quiero enviar a todos ustedes un saludo afectuoso y agradecido. En la ciudad o en el campo, en lugares más tranquilos o en otros donde hay dificultades, con más o menos alumnos, ustedes están siempre juntos a los niños, jóvenes y adultos que, de su boca y su corazón reciben las primeras enseñanzas sobre Jesús y nuestra Iglesia.  De su ejemplo y de sus palabras, aprenden a amar a Dios, a levantar el corazón en oración y a vivir una vida en coherencia con las enseñanzas de la Iglesia.  ¡Es un gran servicio el que prestan a Nuestro Señor! Jesús mismos los ha llamado, por medio de los pastores de la Iglesia, a ser transmisores de la fe. No hay nada más grande que anunciar el Evangelio y por ello, el Señor está siempre agradecido de cada uno y de cada una.

No se nos esconde que vivimos tiempos más difíciles, pero tampoco que la gracia y la fuerza de Dios para cada uno de ustedes es la necesaria para afrontarlos con fidelidad y alegría. Toda la acción evangelizadora busca favorecer la comunión con Jesucristo: a partir de la conversión «inicial» de una persona al Señor, suscitada por el Espíritu Santo mediante el primer anuncio, la catequesis se propone fundamentar y hacer madurar esta primera adhesión para conocer mejor a Cristo y comprender más su misterio. «En el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret, Unigénito del Padre, que ha sufrido y ha muerto por nosotros y que ahora, resucitado, vive para siempre con nosotros […] Catequizar es […] descubrir en la Persona de Cristo el designio eterno de Dios […] Se trata de procurar comprender el significado de los gestos y de las palabras de Cristo, los signos realizados por Él mismo. Y el fin de la catequesis es conducir a la comunión con Jesucristo: sólo Él puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad» (CCE 425, citando textualmente CT 5. cf. CCE 426; AG 14).

Queridos catequistas, varones y mujeres, que llevan sobre sus hombros el peso de la trasmisión de la Fe, en nombre del Señor Jesús les agradezco de corazón sus trabajos, esfuerzos y sacrificios, que El sabrá recompensar en esta vida y en la otra.

Con mi afectuosa bendición y saludo

 

+ Juan Ignacio