Monseñor Guillermo Vera, Obispo de Iquique, envió una carta a sus hermanos Obispos para agradecer la ayuda brindada a los damnificados que dejó el terremoto que azotó al norte de Chile.
Publicamos a continuación el mensaje.
Muy queridos hermanos Obispos:
En la alegría y la esperanza que trae a nuestras vidas el misterio santo de la Resurrección del Señor que estamos celebrando, les escribo desde esta ciudad de Iquique.
Han pasado ya veinte días de los terremotos que nos han afligido. La ciudad ya vuelve a la normalidad, aunque hay colegios que no han podido iniciar sus clases, la subida a Alto Hospicio tiene horas muy difíciles lo que es algo muy complicado para la gente que estudia o trabaja en Iquique o viceversa. Son muchas las familias que están en carpas y ya hace frío en las noches. Sabemos que no es fácil la solución de viviendas para las familias que tienen sus casas muy dañadas o de pérdida total. Esperamos que haya lucidez y voluntad para dar una respuesta pronta a tantas necesidades. En los pueblos del interior hay daños. A todo lo anterior se suma que en mucha gente hay todavía temor.
Con todo, es de destacar toda la corriente solidaria que se ha manifestado.
Son muchos los grupos y asociaciones que se han unido para mejor servir.El departamento diocesano de Cáritas ha estado en esta Red de servicio con una labor muy destacada. Los jóvenes han sacado lo mejor de sí para trabajar, animar y acompañar la vida de quienes más han sufrido.
Confiamos que ante todas las necesidades de Iquique a lo que ha unido lo tremendo del incendio de Valparaíso, se pueda dar soluciones concretas y prontas.
Por medio de la presente deseo agradecer toda la corriente de oración que cada uno de ustedes animó en sus diócesis pidiendo por nosotros. Agradezco también todas las muestras de cercanía con sus llamados o correos, lo mismo por las campañas realizadas ya sea para reunir dinero o enseres y así ayudar.
Ha sido un hermoso momento de comunión.
Destaco y agradezco la venida de Mons. Ossandon , como Presidente de Caritas; a conocer la realidad, la forma en que se está abordando el difícil momento, y a entregar un generoso aporte y a proyectar ayudas futuras.
Todavía queda mucho por delante. Como Iglesia hemos procurado acompañar a la gente que más ha sufrido. En esta Semana Santa, varios Oficios se han celebrado junto a ellos, donde están albergados o en carpas. Hemos de seguir acompañando y junto a ello asumir la tarea de la reconstrucción en iglesias, capillas y otras dependencias nuestras. No será un trabajo fácil, pero confío en que Dios nos dará su gracia. Les pido su oración.
Una vez más gracias por su cercanía y apoyo.
+Guillermo Vera
Obispo de Iquique