Con la bendición de un altar dedicado al beato Juan Pablo II, la Diócesis de San Bernardo clausuró la celebración del Año Jubilar.
En la Iglesia Catedral Monseñor Juan Ignacio González presidió junto al clero diocesano la Eucaristía con que se finalizó este tiempo de gracias por los 25 años de creación de esta sede eclesiástica y que contó con la asistencia de los fieles que se congregaron en el templo en horas de la tarde de este domingo 14 de julio.
En su homilía el Obispo Bernardo recordó el inicio de este Año Jubilar señalando que “Lo iniciamos solemnemente aquí mismo, hace un año, con la presencia del representante del Santo Padre, el Nuncio Apostólico, y diversos obispo que nos acompañaron. Entre ellos el fundador de nuestra diócesis el querido Don Orozimbo”.
Además destacó los acontecimientos que sucedieron durante este tiempo jubilar, como es la celebración del Año de la Fe, la elección del nuevo Papa Francisco, la construcción de la capilla de Adoración Perpetua y el triste deceso del Obispo fundador de la Diócesis, Monseñor Orozimbo Fuenzalida.
“Es un tiempo para descubrir las nuevas orientaciones que hemos de seguir frente a un mundo que no siempre acepta a Dios y su suave mandato del amor. Somos conscientes de que la nueva evangelización requiere de todos un crecimiento en la fe, como nos los pide el Papa Francisco en su primera Encíclica. Fe en la acción de Dios entre los hombres y mujeres de nuestro tiempo, fe en Jesucristo el Único Salvador del mundo, enviado por el Padre para redimirnos y hacernos vivir como hijos de Dios. Fe en la Iglesia, que es la sacramento de salvación mediante la gracia de Dios que se derrama sobre el mundo”, señaló Monseñor Juan Ignacio.
Al finalizar la ceremonia litúrgica y con la presencia de los fieles y sacerdotes, Monseñor Juan Ignacio consagró el nuevo altar destinado a la veneración del Beato Juan Pablo II y que se encuentra ubicado al costado de la Catedral. Una reliquia del próximo santo acomprañó la bendición, la cual fue venerada por los presentes.
