El día 12 de junio de 2013 Nicola D’Onofrio (1943-1964), religioso camiliano de Italia, cumple 49 años de su nacimiento al cielo y el día 4 de junio pasó de ser Siervo de Dios a Venerable por el reconocimiento de la “heroicidad de todas las virtudes” por parte de una comisión de teólogos, cardenales y ratificado por el Papa Francisco. El paso que falta para ser BEATO es sólo un milagro que todos esperamos con ansiedad y alegría.
Biografía y comentario
Una santidad joven
La vida de Nicola es más que simple: nace en el 1943, años de guerra, en la pobreza del campo, una pobreza digna y religiosa. A los 7 años siente el llamado de Dios a seguirle, lucha 5 años contra su padre y a los 12 entra en el seminario camiliano de Roma, enfrenta otros 5 años de pruebas materiales y espirituales y a los 17 años empieza el noviciado. Recibe el hábito camiliano con la cruz roja a los 18 años profesando los 4 votos, a los 19 se enferma de cáncer, un teratocarcinoma y a los 21 muere.
Nada más sencillo, pero en su interior esta vida tiene una riqueza que puede enriquecernos a todos. No es riqueza material, ni de poder, ni de placer, Nicola no nos otorga nada que se toque, sino nos ofrece algo espiritual – nos hace entrar en contacto con el mismo Dios, el Cristo que sufre en la cruz y la Virgen María. Esto sana y salva.
“Jóvenes no tengan miedo de ser los santos del nuevo milenio” decía Juan Pablo II en una jornada mundial de la juventud en Roma. Hay varios santos jóvenes: S. Luis Gonzaga, S. Gabriel de la Dolorosa, Sta. María Goretti, Sta. Teresa de Lisieux, Sta. Bernardita de Lourdes, y aquí en Chile Sta. Teresita de los Andes y la Bta. Laura Vicuña. El Venerable Nicola D’Onofrio entra en este tipo de juventud que enseña a todos, jóvenes, adultos y ancianos una particular forma de santidad, la santidad juvenil, la sonrisa joven de la santidad.
El Papa Benedicto, en una homilía a los jóvenes de Aparecida (Brasil) en 2006, dijo: “hay juventud con déficit de esperanza, con miedos, con depresión; el encuentro con Jesús (el Dios que salva) puede darles la posibilidad de vivir con entusiasmo, alegría y sobre todo con responsabilidad”. La sonrisa de Nicola, aun en la tormenta de la enfermedad, demuestra que se puede vivir con entusiasmo y alegría a pesar de todo. Nicola representa la juventud que sigue la cultura de la vida y del encuentro con el Señor, esta santidad nos enseña a vivir echando afuera de nuestra vida todo lo que es superfluo, peso y oscuridad, y llenar la vida del ángel de la Caridad, de la Bondad y de la Verdad. Vivir y morir de amor para ser libres de seguir a Jesús.
Para quien desea saber más ver www.nicoladonofrio.cl