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Mensaje del Obispo de San Bernardo, ante la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI a su oficio de Romano Pontífice

obispo papaEn el texto Monseñor Juan Ignacio destaca que “El Papa Benedicto XVI ha sorprendido al mundo por su humildad”.

Mensaje del Obispo de San Bernardo

Queridos hermanos y hermanas

1. Todos hemos sido sorprendidos por la renuncia que el Santo Padre Benedicto XVI ha hecho a su oficio de Romano Pontífice, Sucesor de Pedro y Pastor de la Iglesia Universal. Sin embargo para nuestro Papa es seguro que este momento y decisión es el fruto de una larga meditación ante el Señor y de comprobar que sus fuerzas están debilitadas para el ejercicio de tan delicada y exigente responsabilidad en la vida de la Iglesia. Agradezcamos al Papa Benedicto su sabiduría y aprendamos de su valentía para enfrentar las cosas difíciles de la vida.

2. La Providencia admirable de Dios sobre el mundo y su Iglesia se manifiesta ahora de una forma que quizá no comprendemos. El Papa Benedicto XVI ha sorprendido al mundo por su humildad, por su claridad precisa que hace que las verdades más altas se hagan asequibles a las personas sencillas, por su valentía para enfrentar los problemas más complejos y difíciles que han afectado a la Iglesia en los últimos decenios, por haber mostrado a la Iglesia que los falsos rupturismos entre los tiempos anteriores al gran acontecimiento Conciliar y lo que ha sucedido después no son parte de su letra ni de su espíritu. Ha sido el Papa que nos ha advertido de los graves efecto sobre la vida del ser humanos que tiene el abandono de Dios. Una mente e inteligencia brillante, engarzada en un cuerpo débil y frágil y fundada en un vida de santidad, en la cual resulta patente que Dios es lo primero y que Jesucristo ha sido y es el gran amor de su vida. Ahí están los tres tomos de su libro sobre la vida de Nuestro Señor que nos deja como una de sus últimas herencias teológicas y sus innumerables enseñanzas magisteriales, especialmente sus tres encíclicas

3. En un tiempo en que el poder parece primar sobre el servicio a los demás, el Papa Benedicto XVI nos muestra con su valiente decisión que para un servidor del Evangelio no cabe ningún apego a cargos, oficios o responsabilidades. Estas son para servir a sus hermanos y cuando se llega a la íntima convicción sobrenatural de que ya no se está en condiciones de continuar ese servicio, se deja el lugar para que otros los hagan. ¡Cuánto deberemos aprender de este momento preciso de la vida de la Iglesia! Pidamos a Dios que todos – católicos, cristianos, hombres y mujeres de buena voluntad – aprendamos a servir como vimos hacerlo a este Papa; en silencio, amorosamente, acogiendo a todos, sirviendo a los que mas han sufrido y dejando pasa a través de su vida la imagen de Jesús, de quién es su Vicario.

4. Llega ahora el tiempo de orar por el próximo Papa. A partir del día 28 de febrero la Iglesia entra en un tiempo que se llama Sede Vacante y los Cardenales electores comienzan a reunirse para preparar el Conclave, es decir, la reunión electiva del nuevo pontífice. Oremos también por ellos, que tiene sobre sus hombros esta enorme responsabilidad, para que se dejen mover por el Espíritu Santo, que es quien verdaderamente conduce la Iglesia de Dios. Pidamos a la Madre de Dios y Madre de la Iglesia, la Bienaventurada Virgen María, que guié los pasos e ilumine las mentes de quienes han de ser instrumentos de Dios en la elección del nuevo Papa y oremos a ella por nuestro Santo Padre Benedicto XVI.

5. Desde ahora y especialmente durante el tiempo de Sede Vacante, pido a todos orar al Señor con la plegaria que está en el misal para los tiempos de elección de un nuevo Papa:

Señor y Pastor eterno,
que gobiernas a tu rebaño con incansable protección;
concede a tu Iglesia, en tu infinita bondad,
un pastor que te glorifique por su santidad
y que nos guíe con vigilante y paternal solicitud.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos

+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo

San Bernardo, 11 de febrero de 2013, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes