Publicamos la circular escrita por Monseñor Juan Ignacio González, sobre la conveniencia de usar la oración a San Miguel Arcángel, especialmente después de la Santa Misa.
1.Como se señala en los anexos a esta circular, hoy resulta muy evidente que la acción del Demonio en la vida del mundo y de la Iglesia está particularmente presente. Son diversos los casos en que los sacerdotes son llamados para asistir a personas en las cuales puede existir un real influjo diabólico y, aun cuando en muchos casos puede no tratarse de una verdadera posesión, no parece caber duda que en otros se trata de la presencia del Maligno.
2. La Iglesia, consciente de que mientras transitamos por esta tierra estamos siempre bajo la posibilidad de ese influjo diabólico, especialmente a partir del siglo XIX, comenzó a rezar unas oraciones especiales luego de la Misa dirigidas al Arcángel San Miguel. Se trataba de súplicas añadidas en tiempos de tribulación, oraciones por las grandes intenciones de la Iglesia, en las que debe participar también el pueblo. El Papa León XIII, en 1886, introdujo la invocación del Arcángel San Miguel, con el texto que conocemos, con la indicación de que fuera rezada después de la Misa, en lengua vernácula, para que todo el pueblo fiel pudiera hacerlo. Hoy no está indicado que deba hacerse, pero, sin duda, constituye una costumbre que puede adoptarse.
3. Por estas razones, y luego de consultarlo con el Consejo de Gobierno de la Diócesis y con personas prudentes, he decidido que en todas las parroquias e instituciones eclesiales de nuestra diócesis, al terminar la Santa Misa, luego de la bendición final, la comunidad rece la Oración a San Miguel Arcángel que se acompaña. Todo ello sin perjuicio que en el momento mas oportuno – por ejemplo después del Santo Rosario que se suele rezar antes de la Misa cotidiana o antes del inicio de la Misa de Precepto – se continué rezando la oración por las vocaciones del Papa Benedicto XVI.
4. Los párrocos y vicarios parroquiales podrán hacer una breve catequesis acerca de la conveniencia de rezar esta oración, usando el anexo que se acompaña a esta circular
Dada en San Bernardo, el 13 de mayo de 2012, fiesta de Nuestra Señora de Fátima.
+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo