El año de fe, la misión joven y los 25 años de la diócesis, son tres de los temas, en los cuales se centrará el trabajo pastoral de este año en la Diócesis de San Bernardo.
Así lo señaló Monseñor Juan Ignacio González en su Carta al iniciar este año pastoral 2012, y que fue enviada a los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas de la diócesis.
En la misiva indica que “A partir del mes de octubre toda la Iglesia está convocada a la celebración del Año de la Fe. Podemos meditar en cuál es la mente, la idea, del Supremo Pastor al llamarnos a celebrar este acontecimiento eclesial. El Papa mismo al convocarlo nos ha dicho que “desde el comienzo de mi ministerio como Sucesor de Pedro, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo”
Destacó que “Una forma muy precisa de este nuevo empuje en la transmisión de la fe es el empeño que todos los párrocos y vicarios han de poner en que se implemente adecuadamente el uso de nuevo catecismo para la Primera Comunión y primera Confesión que ya está en uso en la diócesis y que ha seguido fielmente los contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica”.
En cuanto al trabajo con los jóvenes señala que “Este año estará dedicado en todo Chile a la llamada Misión Joven, es decir, a una especial atención al trabajo pastoral con los jóvenes, que hoy más que nunca son una preocupación en toda la Iglesia. Como saben, el padre Juan Burgos está encargado de coordinar los trabajos que sean necesarios. Sin embargo, corresponde a cada párroco y sus vicarios llevar adelante las iniciativas para atraer de nuevo a muchos jóvenes a Cristo”.
Al finalizar la carta el Obispo de San Bernardo hace hincapié en la celebración de los 25 años de la Diócesis destacando que “Para ello prepararemos una serie de celebraciones, que expresarán nuestro agradecimiento a Dios y el deseo de trabajar juntos en el anuncio del Evangelio, en esta Iglesia particular. Estamos solicitando a la Penitenciaria Apostólica que nos conceda un Año Jubilar diocesano, en que cumpliendo con las condiciones que la Iglesia establece y en las próximas semanas haremos un plan más concreto, que incluirá algunas actividades diocesanas, zonales o decanales y las que cada parroquia estime del caso”.