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Aceptar el poder transformador de la fe, crucial en la búsqueda de la plena unidad

angelusBenedicto XVI se asomó a la ventana de su despacho en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro. El papa comentó la finalidad de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y anunció su próxima conclusión en la basílica de San Pablo Extramuros.

Como en el domingo anterior, el papa recordóla Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Invitó a todos a unirse a la oración de Jesús al Padre en la víspera de su pasión: “Que ellos también sean uno, para que el mundo crea” (Jn 17,21).

Comentó el lema de la Semana “Todos seremos transformados por la victoria de Jesucristo, nuestro Señor (cf. 1 Cor 15,51-58)” afirmó que “estamos llamados a contemplar la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, es decir su resurrección, que es un acontecimiento que transforma radicalmente a los que creen en Él y les abre el camino a una vida incorruptible e inmortal”. “Reconocer y aceptar el poder transformador de la fe en Jesucristo, sostiene a los cristianos también en la búsqueda de la plena unidad entre sí”, añadió.

Recordó que, durante muchas décadas, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos “es un elemento central en la actividad ecuménica de la Iglesia”.

“El tiempo que dedicaremos a la oración por la plena comunión de los discípulos de Cristo, nos permitirá comprender más profundamente la forma en que seremos transformados por su victoria, por el poder de su resurrección”, añadió.

Anunció que, el próximo miércoles, concluirá la semana de oración con la celebración solemne de las vísperas de la solemnidad de la Conversión de San Pablo en la basílica de San Pablo Extramuros, en la cual participarán también los representantes de las otras Iglesias y comunidades cristianas.

“Espero que muchos estén presentes en este encuentro litúrgico para renovar juntos nuestra oración al Señor, fuente de unidad. Encomendémosla desde ahora, con confianza filial, a la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia”, concluyó Benedicto XVI.

Luego, se dirigió a los presentes de lengua hispana con estas palabras: “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en este rezo del Ángelus, en particular a los fieles de las parroquias de San Bartolomé y de San Andrés, de Murcia, y a los alumnos y profesores del Instituto Maestro Domingo, de Badajoz”.

“En esta Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos –añadió–, exhorto a todos a poner los ojos en el triunfo de Cristo, para que la contemplación de la meta de nuestra esperanza dirija nuestras acciones y plegarias, de modo que, dejándonos trasformar por el Señor, podamos un día reunirnos con él en su Reino. Feliz domingo”.

Fuente: www.zenit.org