Al conmemorarse un año del devastador terremoto y maremoto, el Obispo de San Bernardo hizo un ferviente llamado a vivir con fe en el Señor y ha fortalecer la caridad en el país.
Con una eucaristía presidida por Monseñor Juan Ignacio, el Obispado de San Bernardo recordó a las víctimas y a los damnificados de la tragedia que azotó gran parte de nuestro país el año pasado.
El oficio religioso se celebró en la Iglesia catedral de San Bernardo y contó con la asistencia de numerosos fieles de la zona.
Antes de iniciar su homilía el Sr. Obispo pidió por el eterno descanso de las víctimas en esta tragedia y sus familiares, y por quienes perdieron todos sus enseres materiales, y que debemos tener puesta nuestra mente en aquellos que partieron.
Además destacó que “Hay que vivir tratando de ser hombres y mujeres de fe. El fututo no está en nuestras manos, es de Dios. El dolor sufrido por la nación, hemos de pensar en la vida, agradeciendo al Señor”.
Al recordar este doloroso acontecimiento debemos preguntarnos “¿Qué nos dice el Señor?, nos está pidiendo vivir de fe. Nos dice que vivamos unos para otros. Que la solidaridad expresada tiene que continuar. Hay hermanos que pasarán un segundo invierno en una mediagua. ¿Qué nos pide el Señor?, vivir para Él y para los demás, vivir de cara al Señor en nuestra casa, en nuestro trabajo”.
Manifestó que “En la diócesis también sufrimos con el terremoto, que dejó perdidas humanas y la casa del Señor destruida en algunos sectores, aun hay parroquias cerradas, tal es el caso de los templos de Buin, Pintue, Calera de tango”.
Señaló que “Pidamos para que esta tierra chilena fundada en la fe siga siendo un país caritativo y buscar caminos por donde adherir a la caridad”.
Al finalizar pidió a las autoridades “unirse en lo esencial para sacar adelante el país, que es el don más grande que Dios nos ha dado”