Con una misa el Obispado de San Bernardo conmemoró a la Congregación Hijas de Santa Ana, religiosas que luego de 80 años deben abandonar su voluntariado debido a la falta de recursos para reconstruir el hospital, el cual fue su hogar durante muchas décadas.
Tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, la congregación sufrió graves problemas habitacionales, que pese al esfuerzo del Obispado y la flexibilidad de las religiosas no se pudieron solucionar. Es por esa razón que el viernes recién pasado partieron a Santiago a su casa madre.
La misa se realizó a las 16:30 horas en la capilla del Hospital de San Bernardo y fue presidida por Monseñor Juan Ignacio González junto a los padres Camilianos, Carlos Toseli y Pietro Magliozzi, además del sacerdote Andrés Chamorro, Director del Seminario, y el presbítero Robín Sáez.