Obispo Guillermo Vera Soto manifestó alegría tras el anuncio e invitó a celebrar con una Eucaristía este lunes la buena noticia.
Con profunda satisfacción reaccionó el Obispo de Calama, monseñor Guillermo Vera Soto tras recibir la confirmación desde la Santa Sede que eleva a categoría de Diócesis la actual Prelatura de Calama en la región de Antofagasta.
“Podemos decir entonces que el Santo Padre, el Pastor Universal ha considerado que esta Iglesia en Calama, ha crecido, se ha fortalecido, ha logrado una organización y cuenta con lo necesario para ser considerada una Iglesia madura, y que, puede seguir con la fuerza del Espíritu Santo y el trabajo decidido da cada uno de sus miembros, creciendo para la mayor gloria de Dios y extensión del Reino de Cristo”, expresó el Pastor.
Monseñor Guillermo Vera aprovechó la ocasión para enviar un mensaje a los fieles de la Iglesia de Calama manifestando, que este nombramiento debe ser también un reconocimiento a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y familias cristianas que han ayudado a mantener la fe durante siglos en estas tierras.
Asimismo, dijo que esta elevación a categoría de Diócesis debe ser también una gran motivación para todos nosotros, sacerdotes, consagrados y laicos de este tiempo, a ser cada vez más comprometidos, mejores discípulos y fieles misioneros; “que podamos ser de verdad una comunidad de creyentes unidos y que vivamos con alegría nuestro ser católicos, para que así la hermosura de nuestra fe haga que este desierto florezca en la santidad de sus gentes para la mayor gloria de Dios”.
Enseguida el Pastor de la Iglesia de Calama agregó que esta designación ha de ser una alegría no sólo para los católicos, sino también, para todos los que viven en esta Provincia de El Loa, tantas veces postergada. “El Papa, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, ha reconocido la valía de la fe de los católicos que aquí caminan al encuentro del Señor”.
El Obispo Guillermo Vera dijo que esta designación ha de ser una alegría no sólo para los católicos, sino también, para todos los que viven en esta Provincia de El Loa, tantas veces postergada. “El Papa, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, ha reconocido la valía de la fe de los católicos que aquí caminan al encuentro del Señor”.
Finalmente el Obispo Guillermo Vera Soto agradeció a sus hermanos Obispos del país y al Nuncio Apostólico, Monseñor Giuseppe Pinto, por todo el apoyo brindado para concretar este añorado anhelo de esta Iglesia que peregrina en el desierto.
Para agradecer a Dios por esta noticia, el Obispo invitó a toda la comunidad para que este lunes 22 de febrero a las 20 horas en el Templo Catedral San Juan Bautista se celebre una Eucaristía.
Evolución de la Iglesia de Calama
La inmensidad del desierto o “Despoblado” de Atacama, se le llamó en tiempos de la Colonia a esta tierra, que a la llegada de los españoles albergaba unos tres mil Atacameños o Likan Antai.
Los poblados de Atacama la Grande, hoy San Pedro de Atacama junto a Atacama la Chica, Chiu- Chiu, fueron desde los primeros tiempos de la llegada de los españoles, centro de dos Parroquias o “doctrina de indios”.
En 1557 había en San Pedro de Atacama un sacerdote residente don Cristóbal Días de los Santos.
En 1611 Chiu- Chiu era ya una antigua Parroquia, con su iglesia dedicada a San Francisco de Asís, de ella dependían San Juan Bautista de Calama, San Lucas de Caspana, Nuestra Señora de Guadalupe de Ayquina y Santa María Magdalena de Cobija.
En ese tiempo, todo este territorio pertenecía a la jurisdicción eclesiástica del Obispado del Cuzco, que había sido erigido en 1538; luego pasaría a formar parte del Obispado de La Plata (Potosí).
Como consecuencia de la Guerra del Pacífico, todos estos territorios pasaron a formar parte de la República de Chile. Eclesiásticamente, dependieron del Vicariato Apostólico de Antofagasta, el cual llegó a ser erigido como Diócesis por el Papa Pío XI el 3 de febrero de 1928, siendo su primer Obispo Monseñor Luis Silva Lezaeta.
Transcurrido bastante tiempo, el 21 de julio de 1965, el Papa Paulo VI, para la mejor atención de los católicos que vivían en el denominado Departamento de El Loa, creó la Prelatura de Calama, con territorios desmembrados de las Diócesis de Antofagasta e Iquique. Se llama Prelatura a: “una determinada porción del Pueblo de Dios, delimitada territorialmente, cuya atención se encomienda, por especiales circunstancias, a un Prelado, que la rige como pastor propio”.
Entre 1965 y 1968 fue su Administrador Apostólico Mons. Francisco de Borja Valenzuela. El primer Obispo Prelado de Calama fue don Orozimbo Fuenzalida y Fuenzalida quién pastoreó estas tierras entre 1968 y 1970. Desde entonces y hasta 1982 fue regida por Administradores Apostólicos.
El segundo Obispo de Calama fue Monseñor Juan Bautista Herrada, quien guió esta Prelatura desde 1982 a 1991. En 1992 es nombrado el tercer Obispo Prelado de Calama Monseñor Cristián Contreras M. permaneciendo en ella hasta el año 2002.
Desde el 31 de mayo del 2003 le ha correspondido a Monseñor Guillermo Vera Soto pastorear la Iglesia de Calama
Fuente: Iglesia.cl