Mons. Goic declaro que “preocupa que dicho debate se sitúe en un contexto político previo a las elecciones y que un asunto tan delicado como la entrega del fármaco se “aborde de un modo reductivo, desde una sola dimensión, la de las políticas de contraconcepción”.
La Iglesia, a través de la Conferencia Episcopal, expuso en torno a “la píldora del día después”. El Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Alejandro Goic, y el Obispo auxiliar de Santiago, Mons. Fernando Chomalí, participaron en una sesión de la instancia legislativa donde fundamentaron la postura de la Iglesia frente a la entrega del fármaco que será votado el próximo 13 de julio en la Comisión de Salud de la Cámara.
Monseñor Goic aclaró que “no estamos empeñados en imponer puntos de vista ni tampoco estamos promoviendo subrepticiamente la adopción de políticas públicas hechas a la medida de nuestra fe o de nuestra moral”, pero a su juicio hay quienes “descalifican el aporte de las iglesias cristianas y tienden a ridiculizar el propósito que nos anima”.
Goic dijo que un asunto tan delicado como la entrega del fármaco se “aborde de un modo reductivo, desde una sola dimensión, la de las políticas de contraconcepción”. Agregó que les preocupa que dicho debate “se sitúe en un contexto político previo a las elecciones” y que no es “sano ni bueno para Chile que estas decisiones de alto contenido valórico se desarrolle en medio de los vaivenes y del calor electoral. Y mucho menos que ello sea abordado con carácter de urgencia”.
Hizo ver que le resulta “difícil de comprender que un Estado promueva un bono a las madres por cada hijo nacido, y que al mismo tiempo establezca políticas públicas en función del hijo que no se desea”.
En esta línea dijo que la preocupación ciudadana y gubernamental debería orientarse fundamentalmente hacia “el día antes” y no tanto hacia “el día después”, “es decir una auténtica prevención coherente con la dignidad del ser humano y que aporte una solución de fondo a los problemas derivados del mal uso de la sexualidad humana”.
A su vez el padre Chomalí dijo que de aprobarse el proyecto de ley “caeremos en el siguiente absurdo: un niño menor de 18 años no podrá comprar una cerveza y ni un paquete de cigarrillos, pero si podrá ir a buscar una píldora anticonceptiva con un efecto abortivo”.
Fuente: La Tercera