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Misa solemnidad de Nuestra Señora del Carmen Madre y Reina de Chile

imagen2Oración a la Virgen del Carmen

¡Oh Virgen Santísima del Carmen!
Llenos de la más tierna confianza, como hijos que acuden al corazón de su madre, nosotros venimos a implorar una vez más los tesoros de misericordia que con tanta solicitud nos habéis siempre dispensado.
Reconocemos humildemente que uno de los mayores beneficios que Dios ha concedido a nuestra Patria, ha sido señalaros a Vos por nuestra especial Abogada, Protectora y Reina.
Por eso a Vos clamamos en nuestros peligros y necesidades seguros de ser benignamente escuchados. Vois sois la Madre de la Divina Gracia, conservad puras nuestras almas; sois la Torre poderosa de David, defended el honor y la libertad de nuestra Nación; sois el refugio de los pecadores, tronchad las cadenas de los esclavos del error y del vicio; sois el consuelo de los afligidos, socorred a las viudas, a los huérfanos y desvalidos; sois el auxilio de los cristianos, conservad nuestra fe y proteged a nuestra Iglesia, en especial a sus Obispos, sacerdotes y religiosos.
Desde el trono de vuestra gloria atended a nuestras suplicas, ¡oh Madre del Carmelo! Abrid vuestro manto y cubrid con él a ésta República Os pedimos el acierto de Chile, de cuya bandera Vos sois la estrella luminosa.
Os pedimos el acierto para los magistrados, legisladores y jueces; la paz y piedad para los matrimonios y familias; el santo temor de Dios para los maestros; la inocencia de los niños; y para la juventud, una cristiana educación.
Apartad de nuestras ciudades los terremotos, incendios y epidemias;
alejad de nuestros mares las tormentas, y dad la abundancia a nuestros campos y montañas.
Sed Vos el escudo de nuestros guerreros, el faro de nuestros marinos y el amparo de los ausentes y viajeros.
Sed el remedio de los enfermos, la fortaleza de las almas atribuladas, la protectora especial de los moribundos y la redentora de las almas del Purgatorio.
¡Oídnos, pues, Reina y Madre Clementísima!
y haced que viviendo unidos en la misma fe y la práctica de un mismo amor al Corazón Divino de Jesús, podamos ser trasladados de ésta patria terrenal a la patria inmortal del cielo, en que os alabaremos y bendeciremos por los siglos de los siglos.
Amén.


Misa solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile


Oración colecta

Padre omnipotente, estos hijos tuyos nos alegramos de tener como Protectora a la santísima Virgen del Carmen, Madre y Reina de esta Patria nuestra; concédenos, por su materna intercesión, la concordia y la justicia, y sus frutos de verdadera paz y prosperidad. Por nuestro Señor Jesucristo.


Lectura del libro de Judith
13, 18-20a; 15, 8-10

En aquellos días, el magistrado Ozías le dijo a Judit:
Que Dios Altísimo te bendiga, hija mía
más que a todas las mujeres de la tierra;
¡Y bendito sea el Señor Dios,
Creador del cielo y de la tierra,
que te ha guiado para cortar la cabeza
del jefe de nuestros enemigos!
Nunca olvidarán los hombres
la confianza que has demostrado,
y siempre recordarán el poder de Dios.
Que Dios te exalte para siempre,
favoreciéndote con sus dones.
El sumo sacerdote, Joaquín, y los Ancianos del pueblo de Israel que habitaban en Jerusalén vinieron para contemplar los beneficios con que el Dios había colmado a Israel, y también para ver a Judit y saludarla. Al verla, todos a una, la elogiaron y le dijeron:
¡Tú eres la gloria de Jerusalén,
el gran orgullo de Israel,
el insigne honor de nuestra raza!
¡Que el Señor Todopoderoso te bendiga para siempre!
Y todo el pueblo dijo: ¡Amén!

Salmo responsorial
Jdt 16, 13-17

Ant: ¡Alabado sea Dios, el Señor!

Cantaré a mi Dios un canto nuevo:
Señor, Tú eres grande y glorioso,
admirable por tu poder e invencible. Ant.

Que te sirvan todas las criaturas,
pues Tú lo dijiste y fueron hechas,
enviaste tu Espíritu y Él las formó. Ant

Las montañas y las aguas se sacudirán desde sus cimientos,
las rocas se derretirán como cera en tu presencia,
pero Tú siempre te muestras propicio
con aquéllos que te temen. Ant.

Poco vale un sacrificio de aroma agradable
y menos aún toda la grasa ofrecida en holocausto.
Pero el que teme al Señor será grande para siempre. Ant.

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a Timoteo imagen4
2, 1-8

Querido hijo:
Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y tranquilidad, llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, porque Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo, hombre Él también, que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Este es el testimonio que Él dio a su debido tiempo, y del cual fui constituido heraldo y apóstol para enseñar a los paganos la verdadera fe. Digo la verdad y no miento.
Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención, sin arrebatos ni discusiones.
R./ Te alabamos, Señor.

Aleluya

Aleluya
¿Bendita eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre!
Aleluya

+ Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan
19, 25-27

Junto a la cruz de Jesús estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la Madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora el discípulo la recibió como suya.
Palabra del Señor

O bien:

+ Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan
2,1-11

En aquel tiempo, se celebraron unas bodas en Caná de Galilea.
La madre de Jesús se hallaba allí. También fue invitado a las bodas Jesús con sus discípulos. El vino se acabó y la madre de Jesús le dijo:
No tienen vino.
Jesús respondió:
Mujer: ¡cómo me pides eso…! Aún no ha llegado mi hora.
Su madre dijo a los sirvientes:
-Haced todo lo que él les diga.
Había allí seis tinajas de las que sirven para los ritos de la purificación de los judíos, de unos cien litros de capacidad cada una. Jesús indico a los sirvientes:
Llenad de agua estas tinajas.
Y las llenaron hasta el borde.
– Sacad ahora, les dijo, y llevadlo al mayordomo para que lo pruebe.
Y ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua cambiada en vino, sin saber de dónde lo habían sacado; los sirvientes, sí que lo sabían, pues habían sacado el agua. Llamó al esposo y le dijo:
– Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando todos han bebido bastante, se sirve un vino inferior; pero tú has dejado el mejor vino para el final.
Este fue el principio de las señales milagrosas que hizo Jesús. Lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

Palabra del Señor

Oración sobre las ofrendas

Recibe, Señor, los frutos de nuestra tierra y del trabajo de este pueblo que se acoge a la protección de la Madre de tu Hijo, la Virgen del Carmen;
haz que la ofrenda de estos dones,
por la intercesión de nuestra Protectora,
nos una más y más en el ministerio de Cristo, tu Hijo y nuestro Redentor,
que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.

Oración post comunión
Hemos recibido, Padre, en esta celebración de la Virgen del Carmen, la Palabra y el Cuerpo de tu Hijo; concédenos, con estos auxilios y con la protección de María, alcanzar en la gloria de tu Reino la alegría de la perfecta unidad. Por Jesucristo nuestro Señor