Publicamos la carta mensual de nuestro Obispo diocesano. Este mes está referida a la necesidad de llevar adelante en todas las comunidades parroquiales e instancias eclesiales las “Orientaciones para la Misión 2009-2010”, que ya han sido entregada a toda la diócesis. El Obispo pone especial acento en el trabajo que en este inicial momento corresponde a los sacerdotes y particularmente a los Vicarios Zonales.
San Bernardo, 6 Mayo de 2009
Queridos Sacerdotes
Religiosos y Religiosas,
Agentes Pastorales de nuestras Comunidades:
Ya tienen en sus manos las “Orientaciones para la misión diocesana 2009-2010”. En ellas encontrarán todo un conjunto de consideraciones y sugerencias para iniciar el trabajo misionero. Su lectura resulta sencilla; su compresión profunda exige mucha oración y diálogo para descubrir, en el caso concreto de cada comunidad, que nos pide el Señor para caminar a Su paso en este tiempo de misión.
Los párrocos y vicarios parroquiales han de tomar un lugar preciso en esta etapa: promover e impulsar la reflexión sobre esta primera etapa de la misión en sus parroquias, comunidades católicas, colegios, movimientos e instituciones eclesiales, etc. Así se señala en el Nº II de las Orientaciones. ¿Cómo hacerlo? Eso queda a la iniciativa de cada uno, sin embargo, es claro que esta etapa necesita una reflexión conjunta con los Agentes Pastorales más vinculados a los quehaceres de trabajos apostólicos en sus diversos ámbitos. También parece evidente que tanto los sacerdotes como los agentes pastorales han de meditar personalmente en sus responsabilidades en este proceso estudiando y orando con el documento ya entregado. Si es necesario mas ejemplares pueden pedirlos a la Curia diocesana.
Los vicarios de zona en las reuniones habituales han de organizar las cosas para que el tema central sea el de nuestra misión diocesana. En virtud de su encargo pastoral, actuando a nombre del Obispo, deben seguir de cerca el trabajo de cada parroquia y descubrir la manera de coordinarlos cuando sea necesario. Su trabajo en la misión diocesana es muy decisivo, pues no sólo se trata de una ayuda, sino que, por su responsabilidad pastoral, deben guiar, impulsar, hacer observaciones y sugerencias, etc. para ayudar a los párrocos y vicarios parroquiales en el cumplimiento de su misión.
No debemos olvidar que lo que hará posible un crecimiento del espíritu misionero en nuestra comunidades, es el crecimiento de cada uno en el amor a Dios, la cercanía al Señor viviendo en su gracia y que todos como miembros de nuestras comunidades aprendamos a orar. Como enseña San Carlos Borromeo “No puedes cuidar el alma de los demás si descuidas la tuya. Al final, tampoco haces nada por los demás. Debes dedicar también tiempo a estar con Dios”
Hemos de actuar sin prisas pero sin pausas dejando que el Espíritu Santo actúe con sus mociones; nos muestre los caminos que hemos de seguir y nos dé su fuerza para ir adelantando en nuestra misión “Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigado en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y misioneros” nos dice Aparecida, y agrega “ello no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad como discípulos de Jesucristo y misioneros de su hijo” DA. 11.
Durante el mes de mayo, dedicado en la Iglesia universal a la Santísima Virgen, pidámosle a ella, la primera misionera, que nos ayude a redescubrir nuestra vocación de discípulos que quieren vivir en la intimidad con el Señor para que así, después sintamos la urgencia de salir a comunicar a otros la buena nueva de Evangelio. Recordemos con mucho cariño y agradecimiento a nuestro Obispo fundador, el querido don Orozimbo, que el 22 de mayo celebra 84 años de edad.
Con mis afectuosos saludos y oraciones
Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de san Bernardo