Jornada Diocesana de Oración por las Vocaciones y Jubileo de los Seminaristas

El pasado sábado día 10 de mayo, en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol, se realizó la jornada diocesana de oración por las vocaciones, momento muy especial para darle gracias a Dios por la vida consagrada, por la vocación sacerdotal y por cada una de las vocaciones que Él suscita. Igualmente fue una oportunidad para pedirle “al dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt 9,38), que nos conceda muchas y santas vocaciones.

La jornada se dividió en cuatro momentos: Adoración al Santísimo Sacramento, Santa Misa, Compartir y Conferencia.

El primer momento fue la adoración al Santísimo, donde los sacerdotes y seminaristas oraron a Nuestro Señor, agradeciéndole, por su entrega y pidiéndole que conceda santas vocaciones, el rezo fue dirigido por el Pbro. John Jairo García, formador del Seminario. En este espacio de oración acompañó Monseñor Juan Ignacio González.

En un segundo momento, se celebró la Santa Misa, que fue presidida por el Pbro. Robin Sáez, rector del Seminario, y concelebró el Pbro. Oscar Paredes, vicario parroquial de Ntra. Sra. del Molino. Durante la homilía el Padre Robin, habló de la importancia que tiene el Sacerdote y cuan necesario es que tenga una íntima comunión de vida con Nuestro Señor Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote.

Después del Santo Sacrificio de la Misa, se realizó un espacio de compartir, donde padrinos y madrinas se encontraron con sus ahijados, los seminaristas.

Para finalizar este encuentro tan especial, el Pbro. Álvaro Aedo, dio una conferencia, en el auditorio del Seminario, donde invitaba a los presentes, en el contexto del año jubilar “peregrinos de esperanza” a orar con esperanza por las vocaciones, animados en las promesas de Nuestro Señor a la eficacia de la oración.

Al día siguiente, “Domingo del Buen Pastor”, todos los seminaristas vivieron su jubileo con la celebración eucarística presidida por Monseñor Juan Ignacio y concelebrada por el Rector del Seminario. Para ello los seminaristas hicieron previamente una breve peregrinación con la Cruz del Jubileo para ingresar al templo jubilar. El Sr. Obispo en su homilía animó a la feligresía a reconocer el Seminario como don de Dios y a los seminaristas a ser fieles al proceso de discernimiento.